El primer verso del poemario dice: “Una herida da su propia luz” porque lo que leeremos es lo escrito a la luz de una herida, el dolor de quien escribe (¿la poeta? ¿La narradora? ¿La esposa? ¿la ensayista? ¿la mujer?), en la salida de un matrimonio extenso y lacerante. Una relación de décadas de las que ella –primero fascinada, luego horrorizada– intenta escabullirse sin éxito. “El matrimonio es el lugar oscilante” dice también, en ese primer poema. Algo que brilla como una herida, pero que también parpadea, y entre luz y sombra tiene lugar la historia de amor. La autora se pregunta constantemente por que amó a ese hombre desde la niñez hasta la edad madura. Y se responde que por su belleza. “La belleza convence”, dice en otro poema. Es a la luz de la afirmación clásica de Keats «La belleza es verdad y la verdad belleza, no hace falta saber más que esto en la tierra.» que está escrito todo el volumen.
“Tango que me hiciste mal y que, sin embargo, quiero” dice la letra de Apología del tango. Y aquí sería posible remplazar tango por marido. En los 29 poemas del libro se recorre la historia de una pasión compleja, que ella elije pese a muchas oposiciones, principalmente la suya. “Tango triste y severo danza de amor y muerte danza de noche y de hombres danza de la cocina oscura de la pobreza del deseo” es el título del poema XXV y nos ilumina porqué Carson decide llamar tangos a sus poemas de este libro, porqué en este texto donde se realiza la autopsia del que probablemente sea su gran amor y en el que habla descarnadamente de sus fallas, elije de fondo a esta música quejosa y resentida, cuyo baile siempre tiene en el centro la seducción.
Pero más acá de la historia están los poemas y más acá de los poemas están los versos, y más acá de los versos está la conjunción de, por ejemplo, sustantivo y adjetivo, la forma tan propia y enrarecida que tiene Anne Carson de construir sus frases. Las asociaciones bellas y voladas, con algo de John Ashbery, algo de Wallace Stenvens, pero a la vez tan dramáticas y pregnantes que nos hacen pensar en Emily Dickinson y las hermanas Bronte. Este libro particularmente conmueve porque la que habla está o es una herida, a la vez que desorienta en cada página. A veces el punto de vista muta de la esposa al marido, del marido a un amigo de ambos, o una mirada externa que los ve; sumidos en las cavilaciones de sus cuartos, mientras afuera reina la oscuridad. En una entrevista que hizo con Paris Review, Carson dijo: «Quizás se trate del libro donde más cerca he estado de encontrar una voz que no soy yo pero es mía. Es curioso, tratándose de un material tan privado. Quizás se trata de profundizar tanto en el centro hasta atravesarlo. Salir por la espalda hasta una posición neutral».
Puede ser una explicación o no de la eficacia de este libro. Una forma aérea de habitar el mundo de las confesiones. De las muchas entradas posibles a esta autora –para muchos la más importante poeta en lengua inglesa—La belleza del marido es una privilegiada. Simplemente por lo que la misma Anne Carson dice en sus páginas. La belleza convence.
Autora: Anne Carson | Editorial: Zindo&Gafuri
1 cuota de $25.300,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.300,00 |
1 cuota de $25.300,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $25.300,00 |