En el pueblo del Bicho Souza, de Abelardo Kieffer, de Pajarito Lernú, por momentos el aire se hace irrespirable. La sensación de que algo se ha roto sobrevuela los innumerables relatos que hilvanan la memoria de los personajes, un accidente de caza, un crimen, un tornado, un suicidio; “algo se está desgastando, imprevisible, sobre los tejidos scuros, en las entrañas de este momento: y no lo vemos, y no podemos, por estar ciegos, detenerlo; y no podemos, aunque lo viéramos, frenarlo”. Una novela morosa que pareciera hablar de la imposibilidad de narrar, pero también de una época muy clara de la Argentina, de descomposición social, familiar, individual, dominada por el hastío y la ausencia de futuro.