Estos son cuentos sobre mujeres sabias. Ciertos eventos se desencadenan, de manera exquisita y poética, hasta llegar a un pasaje que es una iluminación: el momento preciso de aprender algo importante. Una chica, por ejemplo, pasa su primera luna de miel con el novio, en las sierras.
Todo parece a punto de naufragar entre los dos. Una tarde ella se encuentra descalza frente a frente con un escorpión. La chica logra que su problemático novio haga un intento por capturar al animal que amenaza sus vidas pero, para hacerlo, deben dar vuelta la casa.
No sólo presenciamos aquí el momento en que una experiencia se fija, también leemos cómo esa experiencia se transmite y se constata: «Un hombre, me dijo una vez mi mamá, es un animal pequeño que se ve inmenso».
Con la rara madurez de los treinta años, a la manera de Clarice Lispector, Lorrie Moore o Grace Paley, estos cuentos son un espacio de indagación. La vida se mira de frente pero sin urgencia. Hay un ritmo tranquilo que hacia el final se combina con el impacto de un descubrimiento. Por eso leerlos nos provoca el intenso placer de un desborde contenido y latente.
Sin duda, este primer libro de Magalí Etchebarne es el mejor comienzo posible para una obra. También es el libro que todos desearíamos escribir algún día.
I Acevedo
1 cuota de $19.500,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $19.500,00 |
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